Artículo reseñado: http://www.raco.cat/index.php/QuadernsICA/article/view/280190 [Pdf] (En catalan)
Durante el periodo de 2010 a 2012
una antropóloga, Laura Porzio (CSIC) formo parte de los eventos realizados en
la comunidad lolita española. De su trabajo postdoctoral, se ha publicado un
artículo en Quaderns de l’institut català d’antropologia num 29, titulado:
“Femenines, emocionals i felices:
L’estil Lolita i les seves noves practiques respecte a la feminitat i la
bellesa”, que tiene como objetivo analizar las practicas corporales del lolita
i su percepción de la belleza. La base de su trabajo, además de bibliografía
extensa, se basa en 12 biografías
realizadas (9 chicas y 3 chicos) y 10 entrevistas temáticas sobre las prácticas
del Lolita (eventos y quedadas).
La introducción del articulo
quiere mostrarnos como la percepción de las tribus urbanas o culturas alternativas,
ha evolucionado con las nuevas tecnologías, por lo que, la estética y lo
visual, ha primado frente la cultura musical, uno de los puntos clave en
décadas anteriores. Por lo tanto, el Lolita actual queda englobado dentro de esta
idea, donde la estética prima como base del movimiento: Del lolita destaca su
idea visual diferente, en base a nuestros vestidos, donde convergen
ideas distintas de lo que es feminidad y su representación[i].
La idea de la que parte, al
analizar los vestidos, es ver como el Cuerpo es un sujeto activo de las
prácticas culturales[ii]. Es una
idea que la autora ya lleva a cabo anteriormente con un estudio de los Skinheads,
donde analiza, a partir de los tattoos la adscripción de la juventud a
un grupo, y lo que para ellos significa.
Antes de entrar a analizar las
lolitas barceloninas, la autora da una breve explicación del origen del Lolita,
así como de otras culturas coexistentes a esta: destaca aquí la idea de romper
con la percepción tradicional del cuerpo de la mujer, que se tenía en Japón,
dentro de su extremada uniformización, con lo que nace el Lolita i otras modas,
que crean una nueva escala de valores influenciados por la tendencia Kawaii.
A pesar que la moda nace en los
años 80, no es hasta los 2000 donde se generaliza en Occidente, gracias a
Google y a las redes sociales. Según la autora, el Lolita englobaría a personas
de entre 17 a 33 años, aun que, sabemos de seguro que esta franja es mucho más
amplia, donde podemos encontrar miembros de la comunidad des de los 12 hasta
más de 40 años. La franja de edad citada por la autora hace referencia a la
franja que estudia, por lo que encontraremos un perfil muy concreto de edad, y
de las conocidas como la generación 0 del Lolita[iii].
Al analizar la biografía de estas
chicas, Laura Porzio intenta comprender el porqué han incorporado este estilo a
su vida, incorporando así, actitudes, posturas y discursos[iv].
Destaca una idea interesante: como primer punto en común, la mayoría tiene
recuerdos de soledad y distancia frente al resto del grupo durante la infancia
y la adolescencia. Un segundo elemento es la conexión con la cultura japonesa
antes del Lolita, relacionada con el Manga y el Anime. Destaca
también la vinculación de las chicas con la cultura Gótica, con la que no se
sentían en realidad del todo identificadas, ya que, al tratarse de la primera
generación, no existía bastante información en referencia al Lolita.
La llegada del Lolita a la vida
de estas chicas supone una revelación, como dice Libertad “El Lolita para mí
es el no dejar morir a esa niña que llevas dentro y que todavía le gusta salir
a jugar, ponerse un vestido bonito y dar vueltas con su falda”[v]
Esta visión aniñada ofrece la posibilidad de experimentar nuevas formas
corporales, explica Porzio que transmiten “serenidad, tranquilidad y
felicidad” en un contexto agresivo y masculino[vi].
Cuando el relato se centra en lo
qué es el Lolita para sus integrantes, siempre se destaca la belleza, pero la
autora, asegura que se trata de un parámetro de belleza subjetiva, es decir, se
basa en una concepción propia de lo que es bello. La misma subjetividad se da
cuando la autora pregunta a las Lolitas como definirían al Lolita. Ante esta cuestión,
no hay una respuesta clave, si no que es muy normal aludir al hecho que para
cada una el movimiento es algo distinto. Para la autora, pero, lo más curioso
no es la disparidad de definiciones, ya que, al final todas aluden a unos
trazos comunes, si no idea antagónica que existe entre el movimiento estético,
artístico y cultural y el vestir Lolita. Para la autora es sorprendente el
hecho que, a pesar de que todas las lolitas cuentan con mucha nostalgia todo lo
referente a su primer vestido, o cuando se ha adquirido algo, no se reconoce al
vestido como un elemento clave del movimiento, a pesar que la primera vez que
se viste de Lolita en sociedad, es un hecho relevante en el relato de la
biografías. Libertad, una de las entrevistadas nos da luz sobre esta cuestión:
“(…) muchas niñas están aquí porque les gusta la forma de vestir y punto
pelota. Ellas no quieren ni crear arte, ni filosofar de la vida, ni nada, pero
hay otras que estamos ahí dentro porque lo sentimos como una parte de ti, no
sólo una prenda de ropa”.
No se puede separar el concepto
del arte de la ropa, ya que en realidad, para ser Lolita necesitas vestir
Lolita, a pesar de las concepciones emocionales que produce las ideas, lo que
realmente es parte de la belleza del Lolita es el vestirlo. Para la
antropóloga, pero, lo más paradójico no es ese elemento, ya que la ropa es un
elemento clave de las tribus urbanas, si no que, realmente las Lolitas
aluden que el Lolita es una moda, no una cultura juvenil, ya que “no hay
ideología, no hay música, sólo moda”[vii]:
¿este debate es latente en todos los foros y artículos de blogs: es realmente
el lolita sólo moda o es algo más? Es algo a lo que la autora no ha podido
contestar, y es algo que nosotras tampoco podemos contestar.
En sus conclusiones Porzio hace
una comparación entre su estudio y un trabajo antropológico del Lolita japonés
titulado undressing and dressing a loli: a search for the identity of the
japanese lolitas, en el que se ve el Lolita como una estética contra la
cultura dominante a partir de la infantilización y la carnavalización, mientras
que las Lolitas estudiadas por L. Porzio, incorporan a su biografía el Lolita
como un elemento identitario y cuotidiano, y no es un elemento de escape, como
comenta la autora, si no, que persiguen una idea de belleza, definiendo su
presentación social del cuerpo en base a esta moda, sin eludir las
responsabilidades y su vida cuotidiana[viii].
Bibliografía
PORZIO, L. (2010) “Pensar el cos
i practicar el cos: Construir una identitat pròpia a partir del cos i de les
experiències vitals” dentro de Revista d’Etnologia de Catalunya num. 36
pp. 69 – 80 Barcelona.
PORZIO, L. (2013) “Femenines,
emocionals i felices: L’estil Lolita i les seves noves practiques respecte a la
feminitat i la bellesa” dentro de Quaderns de l’institut català
d’antropologia num 29 pp.173-194 Barcelona
[i] PORZIO,
L. (2013) “Femenines, emocionals i felices: L’estil Lolita i les seves noves
practiques respecte a la feminitat i la bellesa” dentro de Quaderns de
l’institut català d’antropologia num 29 Barcelona P. 174
[ii] Op cit.
P. 176
[iii] Las
primeras lolitas en España
[iv] Op Cit
p. 183
[v] Op cit. P.
186
[vi] ibidem
[vii]Op cit.
P. 191
[viii] Op
cit.P. 192